14 mayo 2008

Música programática, al revés

La música programática es la que trata de recrear mediante sonidos musicales un guión establecido de antemano. Leonard Bernstein, en su concierto didáctico sobre el significado de la música, trataba de quitarle importancia al contenido extramusical de todas esas músicas programáticas que nos cuentan historias para hacer recaer todo el interés en lo puramente musical... así, mediante un juego, cambiaba el "argumento" de Don Quijote de Strauss por una enrevesada historia de ladrones que escapaban de la cárcel... al hilo de este concierto, Jesús Galera, maquinista maravilloso y buen amigo de este blog propuso en un comentario un juego que se ha encargado él mismo de iniciar. Aunque el juego es muy abierto y hay varias propuestas, yo voy a seguir fielmente sus pasos y voy a proponer una historia a partir de una obra musical... o sea, justo al revés de la música programática. Como no soy muy buena con la ficción, espero que me disculpéis la falta de imaginación, que creo que quedará compensada con la preciosa música que he escogido... (no os voy a decir cuál es, a ver si alguien que pase por aquí lo averigua: un juego sobre otro juego.)


Sunrise. Fotografía original de catmadogma
El aire fresco de la mañana le sopló en la cara, le desordenó los cabellos y le acarició con blanda suavidad. Veloz, salió del portal y caminó sin rumbo, pero con animosa decisión. Era tan feliz que no sabía a dónde ir, con quién hablar, qué hacer. Porque era tan plenamente dichosa que hubiera querido estar en todos los lugares, hablar con todas las personas, construir un mundo entero en un instante, con sus propias manos.

Sintió en cada milímetro de su piel la encantadora promesa de la mañana, se vio reflejada en los escaparates y su imagen era más bonita que nunca... pero una leve sombra oscureció la dicha: aún faltaba mucho, faltaba tanto que no podría soportar la impaciencia, no podría aguantar la espera porque la urgencia empezaba ya comerle las entrañas, a agitarle el corazón.

La mañana siguió su curso. Ella, finalmente, se paró. Sintió. Admiró la belleza del mundo, se dejó inundar por su perfección. Sonrió a la vida, y dejó que la nueva vida que se estaba formando en su interior empezara a conocer el mundo a través de sus sentidos, que sintiera la plenitud que ella acababa de conocer al saber de su existencia, que iniciara sus latidos en esa mañana llena de promesas, plena de vida, preñada de ilusión.



Si alguien más se anima, que no deje de avisar... ¡a jugar!

6 comentarios:

Jesús Galera Peral dijo...

Bonita música, bonita historia. La he leído esta mañana y parece que me siento mejor ¡Felicidades! Por suspuesto no tengo ni idea de quien ha compuesto la música. Espero impaciente a que alguien lo adivine.
Me gustaría hacer una reflexión que tiene algo que ver con la música programática: siempre he pensado que nuestros antepàsados (por ej. nuestro bisabuelos) que no tenian la posiblidad de ver la televisión, escucharian la música de otra manera. Me explico: yo pertenenezco a una generación que visto la "tele " desde pequeño. Parte (gran parte) de mi imaginario está ligado a una imagen/una historia/ una música (la publicidad así lo establece). Los que no tuvieran la posibilidad de ver la televisión ¿Cómo imaginarían la historia? Si la música les evocaba mundos exóticos o fantásticos ¿qué imagenes acudirían a su mente? ¿Escuchaban la música de otra manera? Bueno, ya tengo para pensar toda la mañana. Gracias por jugar y un saludo, Jesús.

Marian dijo...

Sin duda la música siempre invita a evocar, a mí me gusta pedir a mis alumnos dibujos o historias a partir de una música, muchas veces te sorprenden. Pero es cierto que los medios de comunicación muchas veces nos influyen demasiado haciendo que una determinada música acompañe a un determinado concepto o a una imagen: yo no puedo poner en clase la Toccata y fuga en re menor de Bach, por ejemplo, sin que salga a relucir algún ser terrorífico. Las gracias, a ti. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Preciosa historia acompañada de buena música. Cómo se nota que eres de hispánica....jejeje.

A voz de pronto me es muy conocida la música pero mi cabeza no atina en la diana en este momento. Espero tener más despejada la mente la próxima vez que entre en internet y acertar la obra y compositor.

Un abrazo y gracias por todos esos vídeos fabulosos de Bernstein.

Marian dijo...

No es una obra muy conocida... pero, ahí va una pista: su autor procede de un país vecino, y tuvo problemas de oído... ¿quién será? Un abrazo.

Anónimo dijo...

Con lo cabezotas que soy y con la mente tras un descanso más lúcida todo va mejor. Me tenía despistada la orquesta...es una trampilla. He escuchado la pieza muchas veces pero a piano, entonces me tenías despistado totalmente. Espero no meter la pata, creo tras tu pista que no lo haré... ¿puede ser "La canción de cuna" de la suite Dolly de Fauré?

Un abrazo

Marian dijo...

¡Bingo!

Entonces te ha pasado como a un amigo mío, que a pesar de haber tocado infinidad de veces a cuatro manos Ma mère l'Oye de Ravel fue incapaz de localizarla en la versión orquestal que le pusieron el la oposición...

Besos.