05 noviembre 2007

Il trovatore

Il trovatore. Imagen original de www.comune.parma.it

Como me inicié mucho antes en la literatura que en la ópera, leí la obra de teatro El trovador, de Antonio García Gutiérrez años antes de escuchar Il trovatore, de Giuseppe Verdi. A pesar de que siempre he sido bastante crédula y amiga de historias fantásticas y cuentos repletos de sucesos fabulosos, la historia no me gustó. Y no me gustó precisamente por el constante coqueteo con la incredibilidad que, en este caso, me pareció inaceptable. Así que la archivé en la estantería y la borré de mi recuerdo.

Pasé mucho tiempo escuchando música para piano, música sinfónica, música vocal religiosa, pero no llegué a la ópera hasta bastante más tarde... siempre grabada. Pero, por fin, llegó el día: ópera en Albacete. El título, Il trovatore. El lugar, un viejo cine que llevaba tiempo cerrado, posteriormente reconvirtieron en teatro y no mucho más tarde volvieron a cerrar. Este cine-teatro tenía unas condiciones acústicas deplorables. La compañía, desconocida, procedía de algún país del este de Europa y resultó estar en consonancia con el teatro. Pero era ópera en directo y en mi ciudad, así que corrí ilusionada a hacer la correspondiente cola para conseguir mis entradas. Me procuré una grabación y un libreto bilingüe y escuché por primera vez esta ópera. Reconozco que me sorprendió este nuevo acercamiento, y he observado desde entonces cómo obras literarias mediocres se transforman en espléndidas óperas por la magia de la música. Lo que leído me resultó tedioso, con música cobraba un nuevo sentido.

Sigue sin ser una de mis óperas favoritas, pero la puedo escuchar con gusto, especialmente si es en directo, como lo será esta noche en el Teatro Circo de Albacete. Para abrir boca, el fragmento más conocido de esta ópera: el coro de gitanos Vedi! Le fosche notturne spoglie, del segundo acto seguido de la tenebrosa Azucena, la gitana que arrojó a su propio hijo a la hoguera por error (cosas que pasan en las obras de teatro y las óperas románticas), que canta como hipnotizada a esa llama que crepita en su Stride la vampa.




Scena Prima
(Un diruto abituro sulle falde di
un monte della Biscaglia. Nel fondo,
quasi tutto aperto, arde un gran
fuoco. I primi albori. Azucena
siede presso il fuoco. Manrico le
sta disteso accanto sopra una
coltrice ed avviluppato nel suo
mantello; ha l'elmo ai piedi e fra
le mani la spada, su cui figge
immobilmente lo sguardo. Una banda
di Zingari è sparsa all'interno)

ZINGARI
Vedi!
Le fosche notturne spoglie
de' cieli sveste
l'immensa volta;
sembra una vedova
che alfin si toglie
i bruni panni
ond'era involta.
All'opra! all'opra!
Dagli, martella.

(Danno di piglio ai loro ferri del
mestiere; al misurato tempestare dei
martelli cadenti sulle incudini, or
uomini, or donne, e tutti in un
tempo infine intonano la cantilena
seguente:)

Chi del gitano
i giorni abbella?
La zingarella!

UOMINI
(alle donne)
Versami un tratto; lena e coraggio
il corpo e l'anima traggon dal bere.

(Le donne mescono ad essi in coppe)

TUTTI
Oh guarda, guarda!
Del sole un raggio brilla più vivido
nel mio/tuo bicchiere!
All'opra, all'opra...
Dagli, martella...
Chi del gitano i giorni abbella?
La zingarella!

Escena Primera
(Una derruida choza en la falda de
un monte de Vizcaya. En el fondo,
casi abierto por completo, arde una
gran hoguera. Comienza a amanecer.
Azucena sentada cerca del fuego.
Manrique está tendido a su lado
en un colchón y envuelto en su
capa; tiene el yelmo a los pies y
la espada entre las manos.
Un grupo de gitanos aparece y rodea
a la pareja)


GITANOS
¡Ved!
Las sombras nocturnas se retiran,
de los cielos desnuda
queda la inmensa bóveda;
parece una viuda
que al fin se quita
los negros paños
con que se envolvía.
¡A trabajar! ¡A trabajar!
Golpea, dale al martillo.

(Cogen los martillos y golpean
mesuradamente los hierros
candentes mientras, ora los
hombres, ora las mujeres y, al fin,
todos juntos, entonan el siguiente
estribillo:)

¿Quién del gitano
los días embellece?
¡La gitanilla!

HOMBRES
(a las mujeres)
Fuego; fuerza y coraje
al cuerpo y al alma da el beber.

(Las mujeres les entregan copas)

TODOS
Oh, mira; oh, mira, del sol un rayo.
brilla más vívido en mi/tu vaso
A trabajar, a trabajar...
Golpea, dale al martillo
¿Quién del gitano
los días embellece?
¡La gitanilla!




AZUCENA
Stride la vampa!
La folla indomita corre a quel
fuoco lieta in sembianza;
urli di gioia intorno echeggiano:
Cinta di sgherri
donna s'avanza!
Sinistra splende
sui volti orribili
la tetra fiamma
che s'alza al ciel!
Stride la vampa!
Giunge la vittima
nero vestita,
discinta e scalza!
Grido feroce di morte levasi;
l'eco il ripete
di balza in balza!
Sinistra splende
sui volti orribili
la tetra fiamma
che s'alza al ciel!

AZUCENA
¡Flamean las llamas!
¡La muchedumbre indómita
corre hacia el fuego!
Con alegre semblante
alaridos de gozo
por doquier se escuchan.
Rodeada de esbirros
una mujer avanza.
Siniestra ilumina,
sus rostros horribles,
la tétrica llama
que se alza al cielo.
¡Flamean las llamas!
Llega la víctima de negro vestida,
desceñida y descalza.
Grito feroz de muerte se eleva.
El eco lo repite de roca en roca.
Siniestra ilumina
sus rostros horribles
la tétrica llama
que se alza al cielo.


Intérpretes: Ivonne Naef, mezzosoprano. Orquesta de la Royal Opera House, Covent Garden dirigida por Carlo Rizzi.

3 comentarios:

Paulo dijo...

Olá Marian. Por esta hora estarás no teatro. Espero que seja uma boa récita.

Saludos.

Marian dijo...

Olá, Paulo. Fue muy agradable, aunque el elenco era un poco desigual... esta ópera requiere cinco grandes voces y no es fácil tener eso en una compañía, sin recurrir a solistas de relumbrón. Simplemente poderla escuchar en directo ya es una suerte. Un saludo.

Giuseppe dijo...

Muchas gracias por la entrada,
Necesitaba la letra de Stride la vampa,
Gran blog. Felicidades